Te cuento como sané

Me diagnosticaron fibrilación auricular. El cardiólogo me dijo que la parte eléctrica de mi corazón no funcionaba. Esa fue su explicación de lo que me estaba pasando.

De repente no podía tener una vida normal.

Mi corazón latía demasiado rápido, o no estaba sincronizado, caminar por la casa era mucho trabajo. Acostarme era la única solución. Probé una medicina que hizo que mi corazón fuera aún más lento. Probé otro diferente, y eso pareció ayudar un poco. Pero no quedé satisfecha con la explicación de por qué mi corazón de repente tenía este problema eléctrico cuando siempre había funcionado bien.

Siendo la buscadora que soy, comencé el trabajo de detective para encontrar la causa. Después de unos meses descubrí cómo los metales pesados son tan peligrosos y completamente ignorados por la comunidad médica. Algunos años antes había ido a un dentista biológico para que me quitara los empastes plateados que tenía. Me dijo cómo lo iba a hacer. Confié en él, con su elegante práctica. Se hacía llamar dentista biológico, pero eso era solo un nombre. Quitó todos mis empastes a la vez. Esa, descubrí, no era la manera de hacerlo. A lo sumo, tendría que quitarse un empaste por mes y tomar alguna medida para desintoxicarse.

 Me quitó seis empastes que contenían mercurio, me puso oxígeno mientras los quitaba y me dio dos cápsulas de carbón activado. Eso es todo.

Los vapores de mercurio de la extracción entraron en mi cuerpo. Este procedimiento fue tan intenso que el hígado, principal órgano de desintoxicación, tuvo que almacenar el mercurio para proteger mi salud. Este metal tóxico permaneció en mi hígado hasta que apareció un desencadenante unos años más tarde, cuando nos mudamos a una casa que tenía moho. Y fue entonces cuando me diagnosticaron.

No fue fácil descubrirlo por mí misma, pero un gran equipo de profesionales holísticos me ayudó a descifrar la parte del moho y atar cabos. El primer síntoma fue palpitaciones que como es costumbre en nuestro sistema médico, se culpó a las hormonas.

Una vez que tomé las medidas que me sugirió mi doctora holistica, mi salud mejoró un poco y, por supuesto, cuando me fui de vacaciones me sentí muy bien. Estar lejos de ese ambiente tóxico fue clave. Pero todavía estaba luchando a pesar de tomar las medidas adecuadas, aprendí mucho sobre cómo eliminar y protegerme del moho. Pero todavía había días en los que simplemente no podía funcionar.

Finalmente, encontré el libro de Anthony William, el Médico Medium. Todo lo que leí resonó inmediatamente en mí, especialmente sobre las causas de las palpitaciones del corazón y cómo el moho fue un desencadenante. Entendí que aunque no me enfermé justo después de la visita al dentista, el moho fue el detonante para que todo mi cuerpo entrara en crisis.

Estaba tan enferma que me sumergí de lleno en las recomendaciones de Anthony.

Vi los resultados muy rápido y eso me hizo sentir que estaba en el camino correcto. Empecé a tener energía de nuevo. Podía hacer planes sin temor a no poder seguirlos.

Empecé a comer muchos plátanos, un promedio de 3 a 4 al día, y muchas patatas. Empecé a perder peso. Estaba desaprendiendo muchas cosas que me habían enseñado en la escuela de nutrición años antes. El proceso fue fascinante para mí porque la información era/es muy nueva, muy avanzada. Había estudiado en la comunidad de sanación alternativa durante años, pero esta información era única, no se encontraba en ninguna parte. El único parecido era la antigua escuela europea de naturopatía, de la que recuerdo haber aprendido en los años 80 y 90.

Después de menos de un año siguiendo este protocolo pude suspender todos los medicamentos y sentirme normal, incluso mejor que antes. Mis articulaciones no me dolían, era más flexible, mi piel se veía fantástica y mi energía era mejor que antes de enfermarme.

Como nutricionista holística, decidí que iba a estudiar toda esa nueva información para poder compartirla con el mundo y ayudar a mucha gente, que es mi pasión.

Hoy entiendo la salud mejor que nunca. Puedo ayudar a las personas que no lo obtienen de la comunidad médica porque su enfoque es diagnosticar y medicar, tratar los síntomas, pero no solucionar la causa. Siempre he sido mi propio médico en ese sentido, porque conozco mi cuerpo mejor que nadie. Los médicos son expertos en encontrar y diagnosticar enfermedades.

Nosotros somos los encargados de mantener nuestra propia salud.